16.3.14

AEROPUERTOS, AVIONES Y SU PAZ


Soy de ésas que piensa que en el cielo no hay normas, barreras o límites, por eso me siento tan libre en un avión. No importan las horas de vuelo, siempre acabo encontrando el momento para escribir, un momento en el que me siento en absoluta paz.
Hoy he leído que los aeropuertos son el lugar en el que empezamos un nuevo camino en soledad, un lugar en el que podemos mirar al pasado y proyectar nuestro futuro, o mejor dicho, nuestros deseos de futuro. No puedo estar más de acuerdo.
Cojo aviones desde que soy una niña, consecuencias de tener una familia repartida por el mundo, por ese motivo me he acostumbrado, desde muy pequeña, a viajar sola, a sentirme cómoda en aeropuertos.
Y es que independientemente del destino, encuentro un extraño placer, una cierta melancolía, cada vez que me voy y cada vez que vuelvo. Hoy el avión es de los de vuelta y estoy tranquila.
Tranquila puede parecer insignificante pero, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que tranquila es como escalar el Everest en tacones, como encontrar una pepita de oro en la quinta avenida o surfear una ola de 15 metros. Tranquila es la paz del corazón, y eso… eso no es comparable con nada.
Es curioso cómo siempre vamos en busca de grandes experiencias, de grandes aventuras cuando lo que anhelamos realmente es la tranquilidad, y esta la encuentras en las cosas más insignificantes y cotidianas: un paseo en moto por la Gran Vía de Madrid de madrugada, una sonrisa de una amiga, una caña en la plaza que nos vio crecer y hasta en un plato de huevo escalfado con patata trufada. Podría decir que la tranquilidad es lo que pasa cuando miras al miedo a los ojos y éste te responde con una caricia cómplice.
Tranquilidad es crecer junto a los que te quieren, y ver crecer a los que quieres. Tranquilidad es saber, por fin, en qué consiste quererse.

Cada vez viajo más y cada vez que lo hago aprendo algo. En cada avión de vuelta me encuentro nuevamente mirando por la ventana, sonriendo como una tonta ante una nueva lección aprendida y sintiéndome, por alguna extraña razón, en casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POST A COMMENT. I LOVE TO READ YOUR THOUGHTS!