Las cosas
tienen que salir solas, fluir. Hacer
algo por obligación es una de las peores formas de actuar. Obviedad, no? Pues a
mi me ha costado entenderlo. Me ha costado mucho entender que las cosas se
hacen cuando nacen de dentro, y si no es así, es mejor no hacer nada, aunque
eso no coincida con tu idea preconcebida, con tu plan o con lo que crees que
“debes” hacer. Deber, una palabra
peligrosa. Hay que utilizarla con cuidado, debo hacer algo siempre que no
quiera? A quién debo hacer caso, a mi
mente o a mi corazón? Y es ahí donde viene lo complicado, cuándo se pondrán de
acuerdo mi mente y mi corazón? Cuando aprendan a respetarse. Algo tan simple
como el respeto.
Respetar a
mi corazón, respetar a mi conciencia para que esté siempre tranquila, respetar a
las personas que me rodean dándoles la libertad de actuar libremente, sin
coaccionarlos, sin obligarlos a nada. Porque dar libertad al mundo que te
rodea, es, al final, llenar tu propia alma de libertad.
Hoy le robo esta canción a alguien que sin
saberlo entiende mis domingos y la comparto con vosotros, Domingo Astromantico.
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